Si te has sentido identificad@ en nuestro artículo anterior, sobre "El amor propio como base para el bienestar" te invito a seguir leyendo, en este, describiremos los aspectos clave para desarrollar la aceptación de nosotros mismos; es decir, el amor propio:

1. Trabajar el autoconocimiento

El autoconocimiento es la habilidad para conectar con nosotros mismos. Más detalladamente, es conectar con nuestros pensamientos, sentimientos y conductas.

Es importante reconocer con qué partes te sientes más conectado y cuáles necesitan más atención.

En alguna ocasión escuchamos: “es que no sé qué necesito, no sé qué me gusta, no sé a qué quiero dedicar mi tiempo libre”. En estas ocasiones recomendamos pasar tiempo a solas, tener “citas con nosotros mismos”. Es fundamental saber qué necesitamos y a dónde vamos, sin esperar que nadie nos valide nuestras acciones, sino siendo conscientes de lo que queremos y estando en armonía con nosotros mismos.

2. Practicar el autocuidado

Estrategia que llevamos a cabo para prevenir y promover conductas que tengan que ver con nuestro cuidado y salud integral (física, emocional y psicológica).

Engloba los cuatro puntos anteriores puesto que el autocuidado nos garantiza una mejoría notable en nuestro bienestar a partir de, entre otras cosas, el autoconocimiento, la autoaceptación y la autocompasión, siendo estos tres aspectos conceptos que influyen a nivel físico, emocional y psicológico en las personas.

3. Practicar la autoaceptación

Lo importante a tener en cuenta es que debemos cambiar lo que podemos cambiar y debemos aceptar lo que no podemos cambiar.

“No puedo ni mirarme al espejo, me veo fatal”. “Odio ser tan sensible, van a pensar que soy una dramática”. “Estoy tan delgada que parezco un bicho palo”.

¿Qué tienen en común estas frases que tanto solemos escuchar? La no aceptación de uno mismo. Es decir, practicar la autoaceptación conlleva aceptar los rasgos físicos o personales que no nos gustan. Asumir cómo somos de manera realista y tolerante.

De esta manera promovemos nuestro desarrollo y bienestar, evitando así el hecho de ponernos trabas y acciones como el autosabotaje.

4. Hablarnos desde la autocompasión

Cuando pregunto a mis pacientes cómo se suelen hablar, me responden con “creo que…” pero rara vez saben firmemente cómo se hablan.

Es un aspecto muy importante a la hora de trabajar en nuestro amor propio puesto que la manera en cómo nos hablamos está relacionada y conectada con los centros cerebrales que se encargan de regular nuestro estado emocional y también nuestras reacciones y conductas frente a situaciones que no tienen peligro como las que sí.

Si algo tenemos claro es que la manera en cómo nos dirigimos y nos hablamos influye directamente en nuestro estado emocional, de ahí la importancia de empezar a cambiarlo si lo hacemos de manera negativa.

5. Encontrar el bienestar

¿Cuánto de responsable estás siendo con tu vida? 

El bienestar engloba varias áreas de nuestro día a día. Es muy importante que no dejemos ninguna de lado y cuidemos todos los aspectos que nos hacen encontrarnos mejor, tanto a nivel personal como físico.

En ocasiones esperamos a encontrarnos realmente mal o sentir que nos desbordamos para pedir ayuda o para empezar a fijarnos en qué nos pasa, qué queremos cambiar, qué es lo que no funciona…Hay veces que no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa.

Nunca debemos olvidar que somos personas y no máquinas, y que por tanto tenemos que actuar como tal. Hay veces en las que necesitamos parar, sentarnos y escucharnos para poder conectar con nuestro propio cuerpo y saber qué necesitamos y qué dirección debemos tomar.

Sobre todo, tener en cuenta lo fundamental de este artículo y que deberíamos repetirnos cada día: “soy válido y valioso”.

Redacción: Sandra Maestro Liébana · Nº Col. B-03397 · Psicóloga Sanitaria

Revisión: Rocío Fernández Espinosa · Dirección Centros médicos Psicomedic